domingo, 5 de mayo de 2013

De octubre

Yo aún respiro, camino,
parece que voy sola
sin sombras que me persigan,
con un halo de paz en el alma,
y en mi mano la tibia sensación
de que me sostienes con dulzura.

Las hojas se asoman nuevas en las ramas,
la catalpa que tú mismo plantaste
es una sombrilla verde a la espera
de sus flores níveas y tupidas,
todo sigue su curso aunque vos ya no estés aquí,
pero vos estas aquí, aún en tu ausencia estás presente,
y verás las flores blancas con esa capacidad de asombro
que jamás te abandonó en tus 18 años,
y seguirás tomado de mi mano
como antes, como ahora y para siempre.

de Junio

Ctrl+v

Me hice adicta del sabor de sus besos,
de la fuerza de sus brazos
rodeando mi cintura para no perderme,
de la ternura que se asilaba en sus ojos,
que cuando lo perdí me apagué
como se apaga un cirio lentamente
diluyéndose en humo imperceptible.

Un sabor amargo y seco desbordó mis labios
hasta convertirse en un grito mudo y desesperado
en el fondo oscuro de mi garganta.

Apreté su nombre entre mis labios
estrujé mis manos frías y vacías,
en la sal de mis lágrimas la soledad
hizo su nido para acompañarme
en mis noches de insomnio y añoranzas